La idea de Taehyung.

Jimin miraba el espejo completamente sonrojado, ¿en verdad iba a hacerlo? Debía estar loco por seguir los consejos de Taehyung.

Miró una vez más el ridículo disfraz dentro de la caja. No, definitivamente no lo usaría, total, no era tan necesario.

Agarró la caja y la escondió dentro de su armario, dejándola en el olvido.

O al menos así era como debía haber sido...

—Minnie... ¿Qué es esto? —preguntó curioso Jungkook mientras mostraba el ridículo disfraz de galleta que Jimin reconoció inmediatamente.

—¿Q-Qué...? No, nada, nada importante —dijo levantándose y quitándole de las manos el estúpido traje mal hecho que Taehyung le había obligado comprar.

Para empezar, el disfraz necesitaba un traje de cuerpo completo para funcionar, pues si no, solo tenía un pedazo de espuma con tirantes y forma de galleta redonda, nada que le cubriera su espalda o parte trasera. Por desgracia, Taehyung no había tomando en cuenta eso, así que solo compró la espuma.

Jungkook siguió y le miró curioso mientras con su rostro hecho un jitomate intentaba esconder el pedazo de espuma.

—Jimin, ¿por qué escondes el disfraz? ¿A caso planeaban usarlo en Halloween? Porque si era para eso, créeme que no te dejaré salir, serías una deliciosa y muy sabrosa galleta que no estoy dispuesto a compartir —se burló un poco.

—Ya~, deja de jugar, es solo una broma de Tae, nada de importancia —en cuanto Jungkook escuchó eso, se puso a pensar en su querido amigo y la mente tan perturbada que tenía, así que no dudó ni un segundo en que lo había comprado con otras intenciones.

—Vamos Jimin~, muéstrame como se te ve, en verdad quiero ver —le pidió Jeon como un cachorrito y Park no pudo hacer nada contra esos hermosos ojos que le miraron con súplica. Al menos no cuando al terminar de ducharse se dio cuenta que no se encontraban ni la toalla ni su ropa, solo el estúpido traje...

A los minutos, Jimin salió del baño con el rostro sonrojado al tener solamente puesto el traje para cubrirle y un muy feliz Jungkook en ropa interior le observaba desde la cama.

—En este momento, te odio —le dijo Jimin completamente avergonzado y Jungkook soltó una sonora carcajada.

—Lo sé, ahora ven aquí, porque extrañamente tengo un enorme antojo de galleta a la fresa.

—¡Jungkook, no te burles! —le dijo aún con su rostro rojo, y el alfa no pudo evitar sonreír para después comenzar a besarlo.

Jungkook tenía que agradecer personalmente a Taehyung por sus magníficas ideas.